¿Qué es la hernia de disco?
La hernia de disco es la ruptura del anillo fibroso con la salida del núcleo pulposo. Esto ocasiona dolor que se distribuye normalmente de la espalda baja a una o ambas piernas, por el atrapamiento de las raíces nerviosas.
Los síntomas son muy característicos: dolor de la columna lumbar, que baja a las piernas y con alteraciones en la sensibilidad, fuerza muscular o reflejos.
La principal molestia suele ser en la nalga o piernas, más que en la espalda o cintura.
La resonancia magnética es el estudio de imagen más utilizado y que, generalmente, comprueba la presencia de hernia.
¿Cómo se trata?
El manejo inicial es a base de medicamentos para el dolor, antiinflamatorios y relajantes musculares e incluso pueden requerir terapia física o manejo por el quiropráctico. Este tratamiento se denomina conservador. La mayoría de las hernias especialmente las de corta historia de dolor, tienden a mejorar en el transcurso de 6 semanas.
Las opciones finales del tratamiento conservador son las infiltraciones específicas y/o someterse al protocolo de descompresión vertebral DRX 9000.
Si persiste el dolor a pesar del tratamiento (5 por ciento de de los casos), se debe considerar la cirugía, y la más practicada es la microdiscectomía, que consiste en realizar, bajo anestesia general, una herida de tres a cinco centímetros, mediante la cual se abre una pequeña “ventana” entre las vértebras para identificar y liberar el nervio afectado.
Se extraen los fragmentos de disco que ocasionan las molestias al comprimir el nervio; se retiran sólo los fragmentos de núcleo que están pellizcando al nervio y se deja el resto del disco para que siga con su función amortiguadora.
Se quita sólo una parte, de lo contrario, el extraerlo todo tendría que colocarse un injerto o prótesis que es un procedimiento mayor e innecesario en la mayoría de los casos.