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Las facetas son un par de articulaciones que unen a dos vértebras por la parte posterior de la columna (el disco lo hace por la parte anterior).

Cuando existe cierto desgaste del disco, o de las propias facetas, la inflamación de estas articulaciones (Síndrome Facetario) puede ser la responsable del dolor lumbar, que incluso se puede irradiar a glúteos y rodillas. Implica molestias lumbares, principalmente al estar parados o realizar actividad física; al estar de pie se debe cambiar de posición.

Es característica la imposibilidad de acostarse boca arriba con las rodillas extendidas y se tiene que colocar una almohada o cojín debajo de las corvas. En las mañanas hay molestia para levantarse y se requieren varios minutos para moverse con libertad.

El tratamiento médico y los ejercicios son la forma inicial de manejar este problema. La quiropráctica, en conjunto con la terapia física, es el siguiente paso.

En muchas ocasiones se realizan infiltraciones que pueden ser diagnóstico-terapeúticas, es decir, colocar los medicamentos (bajo visualización de rayos X) directamente en las facetas inflamadas para tratar en forma exclusiva a estas articulaciones y así saber qué porcentaje de las molestias provienen de ellas y mejoran con este procedimiento.

Si el dolor ha sido persistente, recurrente, y está confirmado el diagnóstico de síndrome facetario, se debe practicar la denervación facetaria con radiofrecuencia, que es un procedimiento ambulatorio cuyo objetivo es anular los estímulos nocivos que envían los pequeños nervios que cubren las facetas afectadas, esto podría ser equivalente a una endodoncia en los dentistas.